La realización de ecografías obstétricas por parte de matronas y matrones tiene menos de 15 años en Chile, y el poder hacerlas ha implicado una lucha constante a nivel gremial.
En el año 2009, los profesionales de la matronería solamente estaban autorizados para hacer ecografías del primer trimestre- esto avalado por el Memorándum N°006 (artículo 113 del Código Sanitario)- y evaluación ginecológica básica. Luego se agregaron las ecografías de segundo y tercer trimestre, y finalmente la evaluación doppler. Todo, a través de las acciones del Colegio de Matronas y Matrones de Chile en conjunto con el Ministerio de salud.
Ximena González, es matrona, presidenta del Colegio de Matronas Regional Rancagua, integrante del Comité Científico del ColMat, vicepresidenta de SOCHMU (Sociedad Chilena de Matrones y Ultrasonido) y docente del diplomado de ecografía de la Universidad de Valparaíso, desde el año 2013. Fue pionera en la realización de ecografías obstétricas y ginecológicas, y cuenta lo difícil que ha sido el que sus colegas- pese a contar con la formación adecuada- sean validadas como matronas ecografistas, por otros profesionales del área médica, y en algunos casos por los directores de sus lugares de trabajo.
“La evolución de matronas y matrones en ecografía ha sido muy grande. En primer lugar porque las personas que nos iniciamos en esto fue por interés personal. A inicios del año 2000, no existían diplomados al respecto, en mi caso en el año 2004, fui instada por un médico, el doctor Edgardo Corral, que era Director de la Maternidad del Hospital de Rancagua, quien vio en mí una inquietud e interés en este campo, sin que yo pensara jamás en estudiarlo. Fue así como iniciamos una capacitación informal, en su consulta médica y en el hospital, durante aproximadamente dos años. En ese momento me enamoré de la ecografía, y de cómo a través de un examen se puede ser espectador del milagro de la vida. Ya en el año 2011 se iniciaron los diplomados, por lo que hice la especialización en la Universidad Mayor”.
El ColMat tuvo un rol clave a la hora de detectar la brecha gigantesca que existía entre las pacientes que tenían los recursos para hacerse las ecografías y las que no. Considerando que el 75% de las mujeres del país se atienden en el sistema público, había muchos casos en que las embarazadas llegaban a los cinco o más meses de embarazo, sin haberse hecho ninguna ecografía.
“El problema, no era un embarazo normal, sino detectar las patologías prevenibles lo más temprano posible, como es en la ecografía de los tres meses, en relación a enfermedades genéticas (como el síndrome de down), o una de las principales causas por las que los bebés mueren, que son las cardiopatías. Hasta antes de estas evaluaciones, solo sabíamos de la condición del bebé al momento de nacer, causando un gran impacto, no solo emocional sino también en lo que a morbilidad se refería, específicamente en las cardiopatías graves, en donde por no hacer un diagnóstico oportuno, el bebé moría”, explica Ximena González.
Considerando este problema de salud pública, el ColMat comenzó a trabajar para que el Ministerio de Salud aprobara el que las matronas y matrones hicieran ecografías. Las discusiones empezaron el año 2009, pero las primeras ordenanzas y formalidades fueron en 2016, para ya en 2018 contar con los estándares de capacitación.
Desafíos y visión de futuro
Los desafíos respecto a las ecografías obstétricas están- principalmente- en lograr un trabajo mancomunado y multidisciplinario, realizar los exámenes en los Cesfam, y que en cada centro de salud del país exista una matrona o matrón ecografista, debidamente capacitado en todos los niveles, para derivar a la atención terciaria por especialistas.
En este sentido, afortunadamente existen diplomados en ecografía dictados por universidades acreditadas y validados por el ministerio, pues se rigen por los dictámenes de los estándares de capacitación.
“Todo profesional de la matronería puede potencialmente ser un ecografista porque saben de lo que estamos hablando. Me doy cuenta cuando imparto clases porque no hay matrón o matrona que no sepa sobre anatomía de la pelvis, embriología o patologías maternas y fetales más frecuentes. Sí juega un rol importante tener habilidad en el manejo tecnológico, porque los equipos cada vez son más avanzados. Esta es una especialidad que evoluciona muy rápidamente e implica constantemente actualizar conocimientos y mallas curriculares”, detalla la presidenta del Colegio de Matronas Regional Rancagua.
Como gremio, la matronería busca avanzar también hacia la realización de ecografías ginecológicas en donde se han encontrado algunos problemas, pese a toda la experiencia en realización de ecografías obstétricas transvaginales, que se obtiene en la realización de las ecografías del primer trimestre.
“Tenemos una deuda con las pacientes no embarazadas, que también se atienden en los Cesfam, existen muchas patologías ginecológicas que no están siendo tratadas como corresponde, porque los servicios de ginecología de los hospitales no dan abasto; no se están diagnosticando miomas, adenomiosis, patologías ováricas y pólipos, por nombrar algunos. Estamos siempre pensando en la mujer joven y embarazada, y no en que nuestra población se está envejeciendo. Las mujeres de 50 años de hoy, no tienen nada que ver con las de antes, pues son mujeres vigentes y con proyectos , por lo que se les debe dar una atención como corresponde, no sólo el PAP, debiéramos también hacer e incorporar en la canasta de atención la ecografía transvaginal ginecológica”, comenta la integrante del Comité Científico ColMat.
“Como Colegio estamos trabajando para poder revisar la ley de especialidades, porque a través de ella podemos avanzar, no sólo en esta especialidad sino en muchas más, la matroneria tiene una amplia gama de especialidades, para poder dar siempre la mejor atención a nuestras y nuestros pacientes”, agrega.
Ximena González
Presidenta del Colegio
de Matronas Regional Rancagua
Vice Presidenta de SOCHMU, Sociedad de Matrones y Ultrasonido.