Mauricio Ríos, vicepresidente del Colegio, analizó los avances en la profesión, las iniciativas sociales que impulsan la salud pública y la estructura interna que sostiene a la institución en su misión de liderar la nutrición en el país.
¿Cuáles son los valores principios que unen o caracterizan a las personas que integran el Colegio de Nutricionistas?
El principio básico del Colegio es la actividad gremial, es decir, que pueda existir un gremio que sea consolidado y que busque siempre las mejoras en torno al desarrollo de la profesión en el mercado y la regulación también de la profesión a nivel nacional.
Entonces, uno de los factores más importantes es que este gremio busca potenciar el desarrollo profesional y resguardar el desarrollo y el trabajo profesional, ya sea bajo las líneas en términos de la formación, de la regulación y mejoras tanto a nivel laboral como en las condiciones de la profesión.
¿Qué cualidades se espera de una persona que forma parte del Colegio? En términos de compromiso o participación.
Eso es lo primero, un compromiso en términos gremial y que vaya de la mano con la participación activa, ya sea a través de las distintas instancias que ofrece el Colegio para poder entregar su opinión, gerencia, participar activamente en actividades de vinculación con el medio.
Entonces, el compromiso tiene que ser básicamente a partir de la participación activa y esta participación activa que se vea reflejado en distintas áreas que tenemos hoy día, desde lo social hasta también lo académico o hasta también lo político. Cuando digo político, es participar de instancias en donde se puede expresar la opinión en base a la realidad profesional y también en base a los lineamientos del Colegio.
¿Cómo se compara el desarrollo de la nutrición en Chile con otros países de Latinoamérica?
Yo creo que en Latinoamérica estamos bastante bien en términos curriculares, es decir, en términos de formación e incluso también si lo comparamos al nivel de Europa, principalmente con países de habla hispana, por ejemplo España. Si comparamos nuestro desarrollo curricular, es bastante innovador y muy consecuente con los avances que ha tenido la nutrición a nivel mundial.
Quizás, nos faltan algunos aspectos que tienen o guardan relación con la disponibilidad de recursos, con la llegada de la tecnología… Ir un poco más a esa velocidad. Pero, actualmente tenemos un buen nivel de formación, de regulación y siempre estamos buscando mejorar, ya sea en condiciones laborales, en capacitación, innovación, en términos de sustentabilidad o de nuevos productos alimentarios en donde pueda participar el profesional.
Yo creo que estamos muy alineados con la realidad mundial y dentro de Latinoamérica tenemos, en términos curriculares, una formación bastante sólida.
¿Existe algún modelo o aprendizaje que el Colegio haya adoptado de otros países?
No, pero el Colegio trabaja muy alineado con lo que pasa en Latinoamérica o Centroamérica en términos de la actividad gremial y avances de la profesión. Ahí se discuten innovaciones, nuevos modelos de trabajo o nuevas líneas de desarrollo profesional.
Por lo tanto, yo te diría que esa participación que se tiene a nivel internacional, por lo menos en Latinoamérica, es bien consecuente a la realidad del continente y buscamos ir avanzando en aspectos que son muy similares y positivos tanto para nosotros como entre países. Por ejemplo, garantizar la especialización en una línea determinada dentro de la nutrición, es algo que es transversal en distintos países de Latinoamérica o Centroamérica. También, el resguardo del espacio profesional, es decir, las líneas de trabajo o de intervención son situaciones similares, y por último, la búsqueda de la innovación en términos de intervención en los pacientes o también en la industria alimentaria.
Yo creo que el Colegio ha tenido una buena comunicación en las distintas instancias que están establecidas para ello, desde congresos, reuniones latinoamericanas o jornadas, en donde se expresan estos desafíos y se busca reunir experiencia en los distintos países para poder ir avanzando.
¿Hay un programa social o acciones que impacten positivamente la comunidad en términos de nutrición?
Sí, nosotros siempre tenemos un espacio vinculado al entorno, y eso lo hacemos a partir de actividades que pueden ser puntuales. Por ejemplo, hemos trabajado en algunas intervenciones en ferias libres, en donde vamos de forma coordinada con un CESFAM, allí se establece la participación para reforzar indicaciones alimentarias, captación de factores de riesgo, trabajando por una línea más preventiva.
Otra de las líneas de trabajo son educativas, en escuelas, colegios o en comunidades donde nos solicitan esta intervención y donde participan a partir de un tema propuesto, y se envían a ciertos profesionales, colegiados o no colegiados, que quieran participar.
Tratamos siempre que tengan nuestro respaldo para poder trabajar en estas comunidades, y también apoyar a través del patrocinio ciertas actividades que son realizadas por otras instituciones, en donde nosotros colaboramos, validando lo que se va a hacer en esa instancia.
¿Cuál es el mayor desafío actualmente en términos de nutrición?
Hoy día tenemos un perfil nutricional que nos hace ir directamente a la malnutrición por exceso, sobrepeso, obesidad y obesidad severa. Es muy potente y se está dando desde edades tempranas.
Yo digo que esto es lamentable, porque la intervención en esta condición es muy dependiente del estilo de vida y del hábito del paciente, y ahí abordamos los dos pilares básicos de este estilo de vida saludable que son: la alimentación y el ejercicio. Por lo tanto, siempre estamos en esta desventaja debido al avance en la tecnología, a la poca disponibilidad de tiempo que tiene la población, al estrés que sufre o a las largas horas de trabajo, lo que hace que quizás en estos aspectos que son tan cotidianos, no nos podamos detener.
Ahí hay un desafío importante. Lo otro que nos juega en contra dentro de la tecnología, son las redes sociales y la difusión de información que no está basada en ciencia y que muchas veces expone al paciente o a quien está viendo detrás del celular a una situación de riesgo, sobre todo cuando no tienen una evaluación previa, ni médica, ni preventiva… Entonces competimos con todo lo que nos hace más fácil el camino, pero que nos está limitando en el estilo de vida que tenemos, nos está repercutiendo directamente.
¿El Colegio ha desarrollado alguna campaña que trate estas problemáticas?
No tenemos una campaña directa aplicada a la población, pero sí estamos tratando de avanzar en términos prácticos del quehacer nuestro para poder repercutir y progresar. Por ejemplo, con la cuantificación o la mejora de la cobertura de FONASA para la atención nutricional, estamos tratando de avanzar en algunas disposiciones que son arbitrarias del organismo, como la eliminación de la cobertura de exámenes solicitados por nutricionistas o la negación en algunos casos de la realización de estos.
Por lo tanto, hoy día más que avanzar directamente en la comunidad tenemos que avanzar en lo que está dispuesto desde la política de salud para poder garantizar una atención óptima, una atención acorde a las necesidades y también una atención real en base al sustento profesional que tenemos. Es decir, a la capacidad de analizar al paciente con esta información y poder entregar la mejor recomendación en términos alimentarios.
¿Qué rol cumplen los comités, las comisiones o los consejos dentro de la estructura de la asociación?
En general tanto los comités como las comisiones son muy importantes para mantenernos a la altura de distintas situaciones, ya sea en lo científico, comunicacional o político.
Tenemos al comité científico que nos ayudan principalmente a establecer los criterios en ciertos temas como organización de jornadas o congresos, en donde ellos ven la línea de qué temas tocar y a los expositores.
También hay comisiones que nos colaboran en la parte comunicacional, donde difunden información a través de redes sociales o por nuestras distintas plataformas, para así poder mantener actualizados a nuestros colegiados y también a través de ello llegar a la población, tenemos alrededor de 22 mil seguidores. Esa área nos potencia y nos da los lineamientos para poder llegar con un mensaje más agudo, mucho más bonito, desde lo visual hasta el contenido, siendo un aporte importante.
¿Te acuerdas de algún logro destacado que haya tenido alguna de esas comisiones en el último tiempo?
Sí, hemos tenido hechos históricos como la condena pública y también administrativa a través de una sanción que es tributaria, con algunos “influencers” que han promovido ciertas dietas o estilos de alimentación extremas que atentan con la salud de la población, que muchas veces son sustentadas en ideologías más que en la base científica. Y si es que están sustentadas por la ciencia, muchas veces no están pensadas en la población en general sino en un grupo pequeño.
Por lo que hemos logrado ganar legalmente una demanda, a través de la denuncia que se hace por el Servicio de Salud y eso ha sido muy potente, porque ha marcado cierta línea de respeto con los “influencers” o las personas que hablan de forma muy general de la alimentación.