Existe un cambio de paradigma respecto a los sistemas de gestión de inocuidad alimentaria. Antes, muchas empresas lo veían como un gasto extra, sin embargo, hoy existe conciencia de que al haber un sistema de inocuidad se puede optimizar el proceso, dar un buen servicio o producto al cliente, generar un entorno laboral más nutritivo y que esto conlleva un ahorro para la empresa.
Si observamos, Chile tiene muchos tratados de libre comercio con distintos países, dentro de esos tratados está involucrado el rubro alimentario y la mayoría exige un sistema de gestión de inocuidad alimentaria, por lo cual las empresas chilenas se preocupan de tener una certificación que avale su gestión.
La implementación de indicadores de inocuidad alimentaria en los procesos productivos conlleva una serie de beneficios: es posible optimizar productos; involucrar una serie de departamentos, lo que genera un mejor ambiente laboral; menos pérdidas por malas prácticas de manufactura; valoración positiva de los clientes, puesto que existe un feedback al momento de reclamos y confianza internacional, si se obtiene certificación.
Existe una serie de empresas que llevan la delantera, por ejemplo, Carozzi es una empresa multinacional chilena, líder en sistema de gestión de inocuidad. También están Watts, Walmart Chile, Viña Santa Rita y Grupo Sutil, al igual que 338 empresas en Chile, cuentan con certificación BRC Food, que es parte de los principales estándares de inocuidad a nivel internacional. También existen empresas que constan de certificación ISO 22.000, IFS, HACCP, de peso internacional.
Desafíos postpandemia
Entre los principales desafíos post pandemia se encuentra el desgaste de los operarios, puesto que la mayoría trabajó a pesar de las cuarentenas, lo que genera un desgate emocional al estar en constante exposición a un contagio. Por esta razón se tiene que tomar en cuenta la calidad de vida del operario en el contexto laboral. De este modo, entregar las herramientas necesarias que le permitan sentirse seguro y motivado para realizar sus actividades dentro del recinto, cumpliendo con los estándares de inocuidad. A su vez, existen problemas con el stock, por ejemplo, los guantes de nitrilo, cofias, manguillas, etc. elementos básicos de inocuidad los cuales se ha tenido que cambiar de material en puntos de procesos con tal de mantener los alimentos inocuos En cuanto a las materias primas se ha optado por reevaluar la cantidad critica que se requiere para funcionar, ya que muchos proveedores no tenían stock por el problema de las importaciones provocadas por el covid-19.
Otros desafíos son: la reducción de agua en los procesos y el uso de energías limpias. La industria consume mucha agua Alrededor de un 12% en los procesos de elaboración y lavado de líneas de proceso, por eso es muy importante reducir el consumo, sin perder la inocuidad del alimento.
Asimismo, emigrar hacia la utilización de energías renovables, porque en muchos procesos se utiliza gas natural u otras energías no renovables e incluso contaminantes; la mayoría de las maquinarias ocupan energía eléctrica, generada por las empresas, pero es posible realizar la instalación de paneles solares y/o energía eólica para poder funcionar.
Catalina Oliva Hernández
Jefa de aseguramiento de la calidad
Agroindustrial El Parrón Spa