Transforma Alimentos es el Programa Estratégico de Alimentos, una alianza público-privada en su sexto año de implementación, impulsada por Corfo y presidida por el Ministerio de Agricultura. Su objetivo es potenciar el crecimiento sostenible de la industria chilena de alimentos, con una oferta de productos y servicios más diversificada y competitiva para los mercados globales de exportación.
Una de sus iniciativas de mayor impacto es el Catálogo de Innovación Alimentaria, una publicación anual en formato digital, que reúne las mejores innovaciones en productos y servicios de la industria agroalimentaria para promover al resto del mundo. Entrevistamos a Francisco Rossier, Director de Innovación de Transforma Alimentos, para que nos cuente un poco más cómo ha sido el proceso del catálogo de este año y cómo se encuentra el desarrollo sustentable de alimentos en nuestro país.
¿Cómo ha sido el proceso del catálogo de innovación alimentaria 2022? ¿Qué requisitos piden?
El catálogo es «la punta del iceberg» de una ruta que siguen las empresas que están haciendo desarrollos interesantes en el área alimentaria. Es una especie de “vitrina” de los productos que han llegado al mercado y están en una fase de escalamiento.
En su mayoría, estos productos provienen del seguimiento que hacemos desde Transforma Alimentos a los proyectos de innovación que han recibido financiamiento público. Buscamos ayudarles a destrabar las barreras que les puedan surgir en su camino al mercado global, ya que lo que más nos interesa es que Chile exporte más conocimiento (tecnología, procesamiento) junto con los alimentos. Los productos del Catálogo son productos que acaban de comenzar su comercialización y buscan internacionalizarse. De esta forma transmitimos con fuerza que la investigación y el desarrollo tecnológico debe estar alineado a las necesidades reales del mercado.
El catálogo no está desconectado del resto de actividades del programa estratégico y sus socios. En este caso, por ejemplo, ProChile utiliza esta publicación en las 56 oficinas comerciales alrededor del mundo, amplificando la promoción de la innovación alimentaria chilena a muchos más lugares.
Este año publicaremos nuestro tercer catálogo, y hemos tenido una excelente convocatoria, ya que poco a poco se ha corrido la voz sobre las oportunidades que abre el aparecer en él.
Ahora hablando a nivel país, ¿Cómo ha sido el crecimiento sustentable de alimentos en los últimos años?
Antes de comentarte esto hay que entender que en esta etapa de implementación de Transforma Alimentos nos hemos abocado a formar y fortalecer una «red». La lógica de esta acción y la prioridad que le hemos dado es que, si bien Chile tiene una gran oportunidad como importante productor de alimentos, aún hay una serie de ineficiencias (falta de acceso a la información, falta de acceso a financiamiento, etc.) que tienen su solución en estar más conectados con pares, ya sea empresas que están en el mismo rubro, o que son parte de la misma cadena productiva. Juntas pueden identificar más rápidamente los grandes dolores de un sector y trabajar para solucionarlos entre todos, disminuyendo el riesgo y la inversión que se necesita hacer. El trabajar de esta forma genera más confianza entre las empresas y, a su vez, abre más oportunidades para nuevos negocios.
Todo este preámbulo es para transmitir que el tema de la producción sostenible ha sido abordado de esta forma: conectando actores e identificando y priorizando juntos cuales deben ser las siguientes acciones, y como financiarlas. Junto con esto se identifican actores pioneros en el tema que logran, ya sea liderar nuevas iniciativas o inspirar la implementación de nuevas soluciones. Dos ejemplos que se me vienen a la cabeza son Vinos de Chile, que ha hecho un trabajo impecable para lograr el Código de Sostenibilidad que lo pone a la cabeza a nivel global en este aspecto, y que nos hemos preocupado de diseminar como experiencia para que otras industrias desarrollen estándares similares. El otro es la cantidad de nuevas soluciones en el ámbito de la sostenibilidad que descubrimos periódicamente al conectarnos con nuevas startups y pymes de base tecnológica.
¿Cuáles han sido los mayores avances y los mayores retos que quedan en el crecimiento sustentable de alimentos y el resto de áreas de Transforma Alimentos?
Probablemente los desafíos más inmediatos son, por una parte, la transformación productiva que conllevará la implementación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y, por otra, la urgencia de poder mitigar los efectos del cambio climático sobre nuestra producción de alimentos, sobre todo en lo que respecta al tremendo estrés hídrico que afecta a varias de las regiones más importantes para esta industria.
Desde nuestro rol hemos contribuido dando más visibilidad a empresas como Capta Hydro, Delsantek y varias otras cuyas tecnologías, productos y servicios permiten aumentar la eficiencia en el uso de recursos. También gatillamos la ejecución del Desafío Cero Pérdidas, financiado por Corfo, y que busca encontrar soluciones tecnológicas para disminuir las pérdidas y desperdicios de alimentos, y dónde la relevancia industrial del desafío planteado viene directamente de las necesidades de los socios de ChileAB y ASACH. La magnitud de la encrucijada que plantea el ser más sostenibles en la producción de alimentos sin duda requiere de la contribución de todos los actores de la cadena.
Transforma Alimentos también trabaja cercana con entidades como ODEPA (Oficina de Estudios y Políticas Agrarias) o FIA (Fundación para la Innovación Agraria) ambas del Ministerio de Agricultura. La primera ha liderado mesas que buscan cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por la ONU, y la segunda puede orientar los esfuerzos del sector en esa dirección mediante estudios y la entrega de recursos para innovar. Participamos también con grupos que están trabajando con las pérdidas y desperdicios de alimentos, como la mesa «Sistemas Alimentarios Sostenibles» encargada por la Comisión Futuro del Senado, entre otros.
¿Qué se espera de Sochital y de los grupos que investigan alimentos?
Creo que aún queda trabajo por delante, actualizando las «mallas curriculares» de las distintas disciplinas que convergen en la industria de alimentos. La orientación de las mallas fue enfocándose progresivamente en las exportaciones de fruta, la producción de algunos commodities agroindustriales, el aseguramiento de calidad, y la alimentación institucional que provee a la minería, con las industrias del vino y del salmón como excepciones de mayor valor agregado. Muchas posiciones históricamente ocupadas por agrónomos, veterinarios e ingeniero de alimentos se han ido cubriendo con otras disciplinas más versátiles (al menos desde el punto de vista del negocio) como la ingeniería industrial o la ingeniería comercial.
También hemos cedido terreno desde el punto de vista de la ingeniería de procesos, y nos ha costado cambiar nuestro rol desde ser un consumidor de tecnología desarrollada en otras latitudes para pasar a ser un productor de tecnología propia, optimizada para nuestra realidad productiva. Por esto creo que el aporte de Sochital debiese ir por el lado de repensar cómo lograr perfiles profesionales más balanceados, con más capacidades para emprender, con más experiencia en tecnologías emergentes y las oportunidades que abren el bigdata, el internet de las cosas y la inteligencia artificial para esta industria. Estos nuevos profesionales deberán estar más entrenados en investigación aplicada, para pasar de un technology-push a partir de la observación de fenómenos interesantes, pero sin aplicación inmediata, a un modelo technology-pull, muy cercano a la industria, y en el que constantemente debe evaluarse la factibilidad de los desarrollos desde un punto de vista no solo técnico, sino también económico, social y medioambiental.
Francisco Rossier
Director de Innovación